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HISTORIA & TIEDRA

Más allá de las 8 fuentes que comprende el sendero de la Ruta de las fuentes, a principio del siglo XIX se citaban otras: el Pozaco, Cifuentes, San Urbán, y Plumales.

Fuentes y manantiales de abundantes y buenas aguas. En 1802 la ciudad de Toro, capital de la provincia a la que perteneció Tiedra hasta la nueva ordenación provincial de 1833, se planteó conducir las aguas tiedranas hasta aquella población para abastecer las fuentes públicas que estaban pensando construir.

Tiedra es una población que tiene sus orígenes en tiempo de vacceos y romanos, quienes con seguridad construyeron multitud de fuentes en el entorno de sus asentamientos, para cubrir las necesidades de sus moradores.


En el caso de la fuente de la Represa, se tiene constancia de su existencia en el siglo XVII y que constituía, junto con los pozos de las viviendas particulares, el principal abastecimiento de “agua potable” para la población.

El acarreo de agua estando distante de las viviendas, era una dura tarea que llevaban a cabo las mujeres, en cuanto tenían edad de portar el cántaro o el carretillo. Pero también llevaban a cabo el lavado de la ropa.

Tenían que ir cargadas con barreños cargados de ropa y otros utensilios. Una tarea muy penosa los meses fríos de invierno y los calurosos de verano, ya que se hacía a la intemperie y con agua fría.

No es hasta 1959 cuando se construye en el pueblo un lavadero cubierto, que alivia la tarea.

Hasta bien entrado el siglo XX, Tiedra se abastecía de pozos alejados, especialmente del situado junto al lavadero de Val, distante aproximadamente un kilómetro y medio.

Cuando se trajo el agua desde un manantial situado no muy lejos de la Fuente del Tayo en 1928, supuso un alivio para la población, aunque solo llegaba a las fuentes en el interior de la villa.

Cuando en los años 60 llegó el agua al interior de las casas, se inicia el olvido de las fuentes tradicionales y dejaron de utilizarse los pozos de las casas.

Pasado el tiempo el deterioro de las fuentes por falta de uso y mantenimiento era considerable. El lavadero de la Fuente del Caño se cubrió de lodo. Las piedras y ladrillos de otras fueron ocultados por la maleza, se deterioraron las cubiertas, se cegaron cauces y se perdieron especies arbóreas y arbustivas autóctonas.

Hasta que llegó el momento de rescatar aquellas fuentes que continuaban vivas en la memoria de la gente y se llevó a cabo un proyecto que fue reconocido por la Diputación provincial de Valladolid con el «Premio de Ecología 2008» Se realizó el proyecto que ahora podemos disfrutar “La Ruta de las Fuentes” (Sendero PRC-VA13), es un sendero de pequeño recorrido circular de aproximadamente 18 Km., homologado por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León.